En los tiempos de antes, mucho antes del cristianismo. El 13 estaba considerado como un número muy mágico y con mucho poder. Se atribuía a los poderes de la alquimia. El poder del pensamiento creador está inplicado en él. Nuestros pensamientos crean nuestro mundo. Esa es la razón por la que atribuyen ese poder.
Es un número marcado por la superstición que provocaron que el pensamiento se dirigiera hacia lo negativo. Creando que esa superstición se hiciera realidad.
Este año más que nunca necesitamos ese pensamiento positivo, aunque el entorno parezca que no sea así. Creación y no destrucción. Creatividad y no desánimo. Toda esta fuerza de pensamiento creará algo nuevo. Paciencia, es el principal ingrediente.
Vivimos en una sociedad acostumbrada al consumo rápido, con eso nos hemos acostumbrado y hemos crecido. Queremos todo inmediato, hasta los logros. Pero bien sabían las antiguas generaciones que el campo se trabaja y se recoge después de un tiempo. Los tiempos cambian, y estamos en esos momentos de cambios más importantes de nuestra era.
Con lo que la vida nos pide que nuestra forma de pensar también cambie. Abiertos a nuevos conocimientos, abiertos a nuevas transformaciones. El ser humano nunca se ha visto tan a prueba como ahora. El pensamiento positivo es creador, tiene fuerza, porque no se preocupa de lo que ha perdido sino lo que tiene por descubrir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario